Autobiografía

Autobiografía

Soy Samara Trinidad Fernández Peña, tengo 34 años la quinta hija de mis padres María Angela Peña Valero y Sandino Segundo Fernández Reyes nací en Mérida siempre he vivido aquí orgullosa de mi ciudad y enamorada de mi familia, soy estudiante de la Facultad de Humanidades Escuela de Educación Integral mención Ciencias Sociales, madre de dos hijos una niña de siete años a quien le colocamos  el nombre de María Fernanda De La Torre Fernández  y Juan diego  De La Torre Fernández  con cinco años, feliz de ser mama y poder cumplir mi sueño de estudiar Educación, no solo estudio también trabajo en la facultad de Arte con un negocio propio desde hace 12 años aproximadamente.

Estoy en la Universidad persiguiendo una meta y un gran sueño  que es poder dar ese granito de arena para cambiarle la vida y la perspectiva  a cuantos niños Dios me lo permita confió en que así será y es uno de los propósitos a cumplir en mi estadía en la tierra, muchas de las cosas que he aprendido en la vida es que hay verdades y formas de hacer las cosas, de interpretarlas y de crearlas  que no todo está dicho ni  hecho.

Podría contar muchas cosas pero solo me limitare a resumir un poco lo que ha sido mi vida, desde muy  pequeña siempre fui tímida considero que aún lo soy a pesar de esto en la escuela y liceo me fue muy bien de igual forma lograba tener muchas amistades me considero  una persona muy leal alguien en quien la gente puede confiar sin temor a ser traicionado, a los quince años hice un paréntesis en los estudios esto duro un año y medio, luego termine de estudiar en un liceo nocturno de donde salí como técnico medio en informática mientras estudiaba trabajaba con una hermana mayor en una papelería, al graduarme me case, luego de eso solo me enfoque en el hogar y trabajo sin pensar en cumplir mi sueño que era entrar en la Universidad, así pasaron muchos años hasta que me convertí   en mamá poco después de tener mi segundo hijo algo trajo a mi vida de nuevo  aquel sueño de niña el sueño de ser Educadora una buena educadora , de esas que llegan a tu vida y de alguna manera dejan una huella imborrable y es así como comienzo a estudiar.

Y aquí estoy comenzando mi primera práctica como Docente feliz y agradecida con la vida y con Dios por esta hermosa oportunidad  queriendo aprender de los niños y la vez enseñarles a descubrir sus propios sueños sembrando en ellos las ganas de ser mejores cada día.